El cliente, un artista, pidió que se diseñara un estudio, lleno de luz natural y que se construyera al final de su jardín.
Habiendo terminado recientemente una ampliación de dos pisos de la casa principal, deseaba que el estudio continuara con el lenguaje escultórico, de esta forma pudiese completar la disposición espacial de los volúmenes en el jardín
De tamaño modesto, el estudio se determina por la geometría y la pequeña dependencia existente del jardín. Es un espacio muy alto, con un gran techo con un tragaluz en el centro, bajo el cual el artista trabaja.
Con el fin de animar más el espacio, un rayo de luz se dirige al sur en el estudio a través de una hendidura profunda en la entrada.
Una ventana a nivel del suelo proporciona una vista por el jardín, mientras que al mismo tiempo enmarca la actividad del estudio.
Internamente, el estudio se lee como un espacio en blanco neutro, permitiendo que el mobiliario y la obra del artista tenga una calidad pictórica.
Externamente, el estudio está revestida en acero corten, un material económico y expresivo, su color refuerza la calidad escultural de la edificación.
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